Cuando se acerca el verano es tiempo de sagardotegi. Hemos pasado un gran día por Hernani y alrededores, comiendo txuletón con los amigos.
Comimos en la sidrería Olaizola, una experiencia única que os recomiendo. Aquello era un sin parar de movimientos entre la mesa y el barril de sidra, una y otra vez, y todo riquísimo. Menuda chuleta, pero también lo demás.
Al grito de Txotx la gente se levanta con el vaso, una pequeña cola se va formando y de un barril sale un chorro de sidra del que poco a poco va llenando todos los vasos.
Txuletaza, diversión y fiesta por la noche. Plan perfecto!